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Motivación del blog... mis pequeños Kirikús, la búsqueda de la verdad para ser libre y encontrar la felicidad en un mundo desigual...



@JuanAnGoMar







viernes, 11 de enero de 2013

Catetos hartos de coles y muy poca vergüenza

Ya me habréis oído más de una vez mascullar entre dientes –o decirlo claramente-…: “¡cateto jartocole…!”. Suele salirme de forma casi automática cuando veo cierta expresión de prepotencia en aquellos que hacen resonar su atronadora música, motor o su propio vacío mientras conducen “por encima del bien y del mal” su descapotable, deportivo o similar. Es una conducta que debo corregir y de la cual me confieso públicamente, ya que a pesar de que mi verdad lo escenifica de una forma ridícula, puede que la verdad y la realidad de esas personas les lleve a hacerlo, y no soy quién para juzgarlo.

Lo que sí me resulta más difícil no comentar es la imagen, sacada de un artículo publicado hoy en el periódico digital “El plural” en el que aparecen dos políticos a los mandos de un Ferrari. En este caso lo digo con la boca muy llena…: ¡¡¡catetos jartocoles. Y mu poca vergüenza!!!. Pues en este caso no son conductores anónimos, sino el presidente de una comunidad autónoma española y la alcaldesa de una ciudad española, montados en un Ferrari, felices de inaugurar un circuito de F-1 que hemos pagado todos los contribuyentes y que a final de cuentas, no resulta ni rentable. En esto último no voy a entrar, porque ya hablaremos del lamentable y fraudulento gobierno que ejerce la clase política en España de forma casi generalizada. A la vista está, ya que aquí nadie dimite; y quien lo hace, no lo hace a tiempo y encima se va “de rositas”.

Volviendo al tema, entiendo que las obras públicas deben ser inauguradas, pero creo que los políticos deben saber estar en cada situación, y la foto me parece de lo más desafortunado por parte de ambos políticos. El hecho de que un político presida la inauguración de cualquier obra lo entiendo más allá de la mera propaganda, como una muestra de lo que -por mediación suya- consigue para los ciudadanos. Entiendo que un acto semejante debe inspirar a los ciudadanos orgullo de sus representantes políticos. Pues bien, si analizo el hecho de montarse en un Ferrari desde distintas posturas, no acabo de verle el sentido.

Así, a quien disfruta con los coches no creo que le suponga aliciente ver semejante piloto y copiloto –copilota, que dirían algunas- para celebrar la inauguración de un circuito de F-1, de hecho, carente de elegancia creo que rompe toda la magia; por el mismo precio del evento se podía haber ofrecido a los ciudadanos una vueltecita en Ferrari, se habrían ganado el apoyo popular y se habrían ahorrado que esta triste foto rulara por internet en plena crisis. En el caso contrario, es decir, a los ciudadanos a los que no les gustan los coches, no veo qué les aporta ver a estos dos saludando desde un Ferrari en un acto pagado con sus impuestos…

Pero pequeños míos, esto es España y aquí parece que todo vale. Por eso escribo esto, para que se sepa que no a todos nos vale cualquier cosa, y menos si las está pagando uno mismo. Hagamos una España y una sociedad más coherente, sostenible y solidaria, ¡campeones míos!

¡Besitos mil!

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